Sobre mí



  • Con 20 años le dije a mi hermana que viajar, era tirar el dinero... en mi defensa diré que mi único contacto con el exterior hasta ese momento, habían sido los programas de Rodriguez de la Fuente, que en aquella época no había compañías low cost y que viajar era algo solo reservado para unos pocos.
  • Con tan solo 21 años firmé mi hipoteca, sola y sin ayuda, porque es lo que tocaba y lo que me habían enseñado.
  • Con 30 años me di cuenta que todas las pertenencias que estaba acumulando no me cabían dentro de "la caja"... y que quizás en mi próxima vida no me iban a ser muy útiles.
  • Poco tiempo después, el virus viajero empezó a filtrarse por mi sangre, recorriendo todo mi cuerpo, corazón... hasta que llegó a mi cabeza. Ahí perdí la cordura y empecé a desviarme del camino... dejé de querer y hacer aquello que se suponía como "normal".
  • Con 32 años me empecé a cansar de ver las mismas caras, misma gente, mismo piso... y de tener tan solo 30 días de vacaciones al año. Ese mismo año se cruzaron los blogs en mi camino.
  • Con 36 años y después de 17 años en la misma silla, dejé mi trabajo gris de cuatro paredes y empecé a viajar por el mundo mientras que trabajaba desde mi portátil.

PASÉ DE PENSAR QUE VIAJAR ERA TIRAR EL DINERO, A DEJAR MI TRABAJO CON CONTRATO FIJO PARA DEDICARME A VIAJAR POR EL MUNDO MIENTRAS TRABAJO DESDE MI PORTÁTIL.


¡Y aquí sigo! mirando a mi alrededor y preguntándome hasta que punto la gente con la que me cruzo a diario hace lo que realmente le motiva y hace feliz, o se están perdiendo un mundo increíble de experiencias, gente maravillosa, culturas variadas, comidas sorprendentes... por miedo a lo desconocido.

Me llamo Isabel, tengo 40 años que dolor, soy autodidacta, perfeccionista, cabezona y muy pasional con todo aquello que me gusta.

Soy freelance y trabajo como consultora de Marketing Digital y soy Blogger Profesional, adoro lo que hago, y creo no podría hacer nada que me llenara más. También soy la culpable de blogs como La 5th con Bleecker St. y Mamá, quiero ser blogger.

Mi trabajo me permite tener máxima movilidad y lo único que necesito, es wifi, mi Macbook Air y una playa bien bonita como lugar de trabajo.

Me gustaría poder vivir fuera los 365 días del año, pero en 2012 adopté a un gato, Niu, y contra toda pronóstico lo quiero tanto (o más ;) que cualquier miembro de mi familia.

Él solo me quiere a mí y lo pasa francamente mal cuando estoy de viaje, y aunque sé que está en muy buenas manos y lo cuidan muchísimo, me siento muy mal por él. Así que siempre y que no estoy en casa con él, lo paso viajando, aunque intento no irme más de 3 semanas.

Probablemente estén pasando por tu cabeza 2 cosas,

  • ¿Dejar de viajar por un gato? Bueno, eso creía yo... hasta que lo conocí a él. El amor que puedes sentir por un animal es igual o mayor que el que puedes sentir por otro ser humano... y si él no está bien, yo tampoco.
  • ¿Por qué no te lo llevas de viaje contigo? Los gatos sufren stress con mucha facilidad y a Niu no le gustan NADA los cambios. Además es un gato grandecito de 8 kilos, por lo que debería llevarlo en bodega... solo, con frío, tantísimas horas... algo a lo que no estoy dispuesta. Si tienes animales estoy segura me entiendes.

Aún así he podido viajar a sitios increíbles que me han enseñado mucho más que cualquier libro que haya leído, para lo bueno y malo, y por eso quiero compartirlo contigo.

Travels and co. es mi yo más personal, todo aquello que me acompaña a diario y que me hace ser quien soy.


Así que abróchate el cinturón, porque despegamos.