Viaje al norte de la India 6a parte
9:00
Eran las 5h cuando sonaba el despertador, y con el pijama puesto, salimos al exterior a ver si también había niebla y no. Hoy sí iba a ser el día
No llevábamos el mejor outfit para hacernos la foto de nuestra vida, pero no eran horas para pensar en qué ponerse
Quisimos salir del hotel, pero las puertas estaban cerradas
Dos chicos del personal dormían en el suelo, sobre un colchón en el comedor del hotel. Suponemos que les daban comida y alojamiento a cambio de su trabajo
Así que no hubo otra y tuvimos que despertarlos para que nos abrieran
Abandonaba el hotel super asustada, dejaba mi ordenador nuevo en la habitación sin saber si cuando volviera lo iba a encontrar
Mientras esperaba abrieran la puerta corredera que daba a la calle, veía a chavales callejeando que no pintaban nada bien
El Taj estaba en dirección recta al hotel, pero la carretera aunque ancha, estaba casi nula iluminada
De noche, dos mujeres solas y esos chavales ahí... así que pasó lo casi inevitable, cuando empezamos a caminar dirección al Taj noté como uno de ellos empezaba a seguirnos en ese momento
Por suerte unos cuantos metros más allá debió cambiar de opinión y paró
Seguimos caminando a paso ligero, sin mirar hacia delante, no había más turistas a esa hora, estaba totalmente oscuro, y pocos eran los hindus que se veían por la calle, y los que habían, mendigueaban
Después de caminar 1,5km llegamos a una zona un poco más iluminada y llena de camiones a ambos lados, y gente… que para no variar y a esas horas, ya intentaban vendernos y decirnos cosas…
No sabía donde meterme, no era del mismo rollo que durante el día y no me gustaba nada
De pronto un hombre nos paró y nos dijo que nos habíamos pasado la oficina de venta de tickets. Habíamos visto una entrada… pero parecía más la entrada a un recinto de feria que no la taquilla de una de las maravillas del mundo
No tenía claro si decía la verdad y nos tomaba el pelo
Pero decidimos dar la vuelta atrás a inspeccionar, y no había nadie. Las oficinas no habrían hasta las 6,30h y eran las 5,30h. Socorro
Así que entre medio de aquel panorama tan poco acogedor, nos dispusimos a esperar
A la media hora llegó el primer guiri, jamás me había alegrado tanto de ver uno
A medida que se acercaba la hora de apertura, la “oficina” se llenaba de gente, de guías que intentaban colarse y que por supuesto con todo el morro lo conseguían
Pero me importaba un pepino que siendo mujer yo no pintara un carajo en ese país, los aparté hacia atrás aunque veía como pasaban y reían de mi
Una vez con las entradas, fuimos deprisa dirección al Taj para ver el sunrise, abrían la puerta a las 7h
Siguiente prueba, 3 filas para entrar, la de hindús, mujeres y hombres, cacheo en profundidad y posterior “escanner” de las mochilas
Que pena no haberle hecho una foto para mostrarlo
Sí o sí, me abrió una chica la mochila, de muy malas maneras y con 0 delicadeza
Sacó sin ningún tipo de pudor absolutamente todas las cosas que llevaba en la mochila, y manuseado por supuesto todo lo que tenía delante de mi mirada de incredulidad. Jamás había visto nada semejante y cabreo al canto de buena mañana
Aún renegando, por fin estábamos frente al Taj, nosotras y montones de personas que parecían darse tortas por hacerse una foto delante, todo y la hora que era
El edificio es impresionante pero de nuevo, todo lo que hay alrededor impresiona inclusive más: lo descuidado que está todo, la de basura que hay alrededor del edificio… tremendo
Una vez lo visitamos queríamos volver directas al hotel, la hora del desayuno acababa a las 9,30 y ya eran las 9h, así que había que darse prisa
Sí, llevábamos 2 horas ahí, frente a una de las maravillas del mundo, y pensábamos en el desayuno. Culpables
Pero era tarde y ahora sí, empezaba el agobio de vendedores. Tanto nos agobiaron que tomamos el camino de vuelta equivocado y acabamos en dirección totalmente opuesta al hotel, en el Fuerte de Agra
Habíamos caminado la o***. Rickshaw al canto
Una vez llegamos, tarde, nos quedamos en la habitación durante media hora hasta que llegaran las 11h, hora en la que habíamos quedado con nuestro conductor. Pero… llegaron las 11h y nos avisaron que se retrasaba el "amigo"
Eso ya pintaba mal, tienen puntualidad inglesa, aún así decidimos esperarlo a ver que ocurría
Una vez llegó le dijimos que queríamos ir al restaurante vegetariano, nos llevó, nos dio la tarjeta para que cuando acabáramos de desayunar le llamáramos y así lo hicimos
Cuando fuimos hacia él, le comentamos que nos gustaría dar una vuelta por la zona, pero nos dijo que él se tenía que ir
Junto a él se empezaron a aglopar otros conductores y uno de ellos llevaba la voz cantante, como de manager
Quería negociar su tarifa, ya que no estaba contento con lo cobrado
Le dijimos que vale, que cuanto quería por el recorrido que había hecho, y nos dijo que lo que quisiéramos pagarle pero que tuviéramos en cuenta que él se había esperado 2 horas mientras comíamos
Mentira, te estás esperando si es que luego te devuelven a origen, pero no para decirte después de 2 horas que ese día tienen otras prioridades
En fin, supusimos que lo que le dimos el día de antes no le gustó demasiado, y estaba enfadado
Supongo que ese debe ser el problema cuando dices págame lo que quieras, seguramente esperaba mucho más por ser europeas
Quise negociar, después de 4 días ahí no quería quedar colgada y no tener nadie que nos llevara a la estación, de madrugada nos esperaba Varanasi
Así que le dije si pensaba llevarnos a la estación y que cuanto nos iba a cobrar, y su manager nos dijo que 500 rupias por el servicio actual más otras 500 por llevarnos a la estación
Nos sentimos como en una emboscada tantos hombres ante nosotras, alrededor, y aceptamos
Bien o mal, una vez "solucionado el tema, decidimos seguir con nuestro paseo por las callejuelas de los alrededores del Taj
Todo el mundo me había dicho que por esa zona había lo peor de lo peor, y yo para no variar estaba asustada, aunque parecía muy local con negocios por y para ellos, así que decidimos ver cómo vivían
Sinceramente, fue super chulo desde el momento 1, todas y cada una de las muchísimas tiendecitas que había eran alucinantes, desde el carnicero, hasta el zapatero que insitu te cosía las bambas, hasta el vendedor de aceite. Con este sí aluciné
Vendía aceite a peso, y lo colocaba en bolsitas mientras lo pesaba con una báscula antigua de pesos. Increíble
Después de haber hecho un buen recorrido decidimos dar media vuelta, ya que con tanta callejuela era fácil perderse y allí turistas, ninguno, aún estando al lado del Taj
En ese camino de vuelta tropezamos con el Sr.Om, que desde lo lejos nos llamó para que le hiciéramos una foto y con el que mantuvimos una conversación super tierna. Su nieto que se encargaba de la mini tienda de ropa, también se veía de buena pasta
Después de preguntarnos nuestras profesiones, que ganábamos, si estábamos casadas, hijos… me pidió mi dirección, todavía no sé exactamente para qué. Y también me dio la suya para que le enviara la foto que le había hecho
Promesa que sin duda he cumplido. Solo imaginar su cara cuando abra la carta, ya se me hace un nudo en la garganta
Volvimos al hotel caminando, ya que estábamos muy cerca y esta vez sí, no nos perdimos
Mientras descansábamos nos picaron en la puerta, era el conductor del rickshaw
Nos decía que tenía a su hija en el hospital, que no iba a podernos llevar a la estación, pero que otro conductor nos llevaría. Y que si queríamos pagarle ahora las 1000 rupias
Sin duda, le dije que no, que por la mañana después que nos dejara en la estación se las pagaba al conductor
No me fiaba un pelo de él, después del feo que ese día había hecho
Insistió varias veces, pero no tuvo nada que hacer
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