Viaje al norte de la India 7a parte

9:00

A las 4h de la mañana sonaba el despertador, habíamos quedado a las 4,30h con el conductor del rickshaw para que nos llevara a la estación de trenes de Agra Cantt

Tuvimos que despertar a uno de los chicos que dormía en el suelo, que esta vez, enseguida se despertó. Parecía estar advertido que nos íbamos a ir a aquella hora

Vino a abrirnos… y empezó a hablarnos de dinero, eran las 4,30h

Tanto mi hermana como yo flipábamos porque no entendíamos nada. Fuera estaba esperándonos el rickshaw y este chico parecía pedirnos 1000 rupias mientras hablaba y giraba su mirada hacia el rickshaw

Me olía a que si le dábamos a él las 1000 rupias por adelantado, al llegar a la estación, el conductor del rickshaw nos pediría 1000 más

Y no estaba dispuesta a ceder en ese soborno, aunque nos tenían pilladas porque nosotras teníamos que coger el tren y él no nos abría la puerta corredera

Al final, nos abrió, y después de que él estuviera hablando durante un rato con el conductor del rickshaw, nos llevó a la estación

Al llegar le pagamos tal cual habíamos pactado, y fin de la historia

Buscamos la vía mientras todas las miradas se dirigían a nosotras de nuevo

Habíamos llegado una hora antes de la salida del tren, pero increíblemente el tren también llegó una hora antes

Íbamos mentalizadas en ir en un vagón sleeper class, pero no, íbamos a ir sentadas durante las 4,30h que duraba el primer trayecto

De Agra a Kanpur

En teoría el trayecto debería haber sido directo de Agra a Varanasi en un tren nocturno, pero estaban todos llenos. Así que cuando hice las reservas no me quedó otra que hacer el trayecto en dos partes

Solo pedía dos cosas, que me tocara al lado alguien delgado y que no roncara. Evidentemente todo lo que pedí no se cumplió, madre mía que ronquidos!

Una hora más tarde de lo previsto llegábamos a Kanpur, no íbamos a nada en especial, pero teníamos una parada técnica de 6 horas y no era plan de quedarnos todo ese rato sentadas en un banco, como nos pasó el primer día que llegamos a Delhi

Así que salimos de la estación y como no conocíamos la ciudad, pensé en preguntarle a una chica jovencita que salía con su familia en ese momento del tren, donde podíamos ir a desayunar

Muy maja ella nos hizo que la siguiéramos, iba a buscar a un conductor de rickshaw y le indicó donde llevarnos, incluso negoció el precio del trayecto. Esa era la India que esperaba

Pero este rickshaw era diferente, era uno sin motor, sino de bicicleta, y el pobre conductor era un señor muy muy mayor y nosotras íbamos cargadas con nuestras mochilas

Accedimos a subirnos y ahí empezó de nuevo la aventura, en ese momento creí iba a morir

El rickshaw era super inestable, las calles no estaban asfaltadas, además eran estrechas y donde solo podía circular un “vehículo” pero lo hacían dos, tenían unos socavones para flipar, animales por todos los sitios… y la bicicletilla que en todo momento parecía fuera a volcar

Qué locura, y yo que creía que ya nada más me iba a poder poner el ¡ay! en la boca

Por suerte pudimos desayunar en un lugar estilo fast food pero sin wifi, puede parecer muy pijo, pero tantas horas de espera se pasan mucho mejor con wifi

Así que mientras desayunábamos nos dieron un folleto de un hotel con un pintón... que estaba a 500 metros y tenía wifi, así que al acabar volvimos al rickshaw dirección al hotel

Por supuesto llevábamos al mismo conductor, nos había estado esperando porque imaginaba que nuestro trayecto no se acababa ahí

Así que le dijimos de ir al hotel del folleto, que aunque estaba cerca, para llegar a él había que pasar previamente por una cuesta de muy señor mío y llenita de coches hasta los topes

El pobre hombre iba pedaleando pero sufríamos más nosotras que él, mientras, hasta la gente que iba caminando nos adelantaba. Así que al final le dijimos que nos bajábamos y subíamos caminando mientras él tiraba de la bici

Por supuesto, no se negó

Aquello era un estilo ronda de Barcelona pero caminando personas, bicis, coches, vacas… o sea todo

Una vez la cuesta acabó, insistió en que nos subiéramos de nuevo y nos llevó al hotel… que resultó ser lo más cutre que hasta ese momento había visto, y eso que en el folleto parecía de postín

Por supuesto tampoco el wifi funcionaba, así que de nuevo a la búsqueda de otro hotel

Por fin en el siguiente sí que encontramos, eso sí, los de recepción nos metieron en una especie de zulo, todavía no entiendo exactamente porqué

Justo al lado teníamos a gente sentada en el lobby que nos miraba con cara rara, normal, dos blancas (mujeres) que llegaban pidiendo wifi y eran encerradas a parte. En fin…

Pedimos algo de beber, que no fuera dicho, y el camarero nos lo trajo y al poco de servirlo y sin haberlas acabado, ya venía para llevarse los vasos, y le daba igual todavía no hubiéramos acabado. Le decíamos que todavía no estábamos, y al momento de nuevo allí lo teníamos, y así todo el rato

Creo que es que ellos quizás no tengan costumbre de disfrutar de beber algo tranquilamente, eso, o tenían prisa porque nos fuéramos

Teníamos que volver a la estación y yo ya estaba temblando solo con recordar el camino de ida, y pasó lo previsto

No habíamos hecho ni 200 metros con el rickshaw bicicleta, que tuvimos que bajarnos porque vimos que era demasiado para el hombre

Así estuvimos la mitad del camino. Eso sí, cuando llegamos a la estación nos pidió el total del importe acordado, sin más

El siguiente tren salía a las 16h y duraba 7,30 más. Llegamos con una hora de retraso a Varanasi

(Este día y debido a las situaciones vividas, no tuve el valor de sacar la cámara de su funda)

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