Viaje al norte de la India 8a parte
9:00
La última prueba fue bajar del tren, pero ya nos estaban esperando en el andén. Seguro habían pegado el aviso de que dos guiris iban en el vagón de aire acondicionado
Era de madrugada y el hombre no se despegaba e insistía en llevarnos a destino, pero ahora ya sabíamos como negociar, o eso creíamos
Teníamos alojamiento en el Heritage Inn, y ya cuando hice la reserva el manager del hotel me envió un mail pidiéndome 800 rupias por venirnos a buscar. Como las reviews del hotel ya advertían de que nos intentarían tomar el pelo, rechacé tan generosa oferta
En ese momento ya tenía claro que 800 era una cantidad abusiva y que lo normal eran unas 200 rupias por un trayecto similar, así que sobre eso negociábamos
Queríamos un coche, eran las 00,30h y hacía frío, y no nos apetecía helarnos en un rickshaw
El chiringuito de los taxi pre-paid estaba cerrado, o al menos en él solo había un hombre con un arma y con cara de pasar bastante de todo, así que nos tocaba pelearnos con la multitud de conductores que alrededor nuestro teníamos
De entrada, nos pedían 400 rupias, la tarifa oficial del taxi era de 250 rupias, pero por ser de noche querían 350
Eso nos lo decían mientras el “colega” del taxi oficial, estaba estirado en el vehículo y con ganas de no querer moverse
Al final el mismo que en un principio nos pedía 400, nos rebajó a 200 y aceptamos en ir en rickshaw viendo la situación, eso sí, le dejamos muy claro donde queríamos ir y que ya teníamos reserva
El pobre como todos, se hizo el simpático. Aquí todos te dicen que son tus amigos, que son honestos y te enseñan las libretas de recomendaciones que tienen de sus amigos de Madrid. Curioso todo…
Para ser tan tarde el tráfico en la ciudad era increíble, calles super oscuras y poco habitadas, de nuevo, iba cagada
El conductor nos decía que a diario la luz se cortaba y que estaban más de 5 horas sin
Por suerte nos dejó en el hotel, no sin antes pedirnos más dinero para no variar, a lo que me hice la sueca
Los chicos del hotel dormían en el lobby, en el suelo, situación que ya no nos sorprendía, y cuando nos vieron se despertaron para hacernos el check in
Finalmente llegamos a la habitación, la mejor que hemos tenido hasta el momento y muy similar a los estandards europeos
A la mañana siguiente y después de desayunar, nos fuimos a dar nuestro primer paseo por la orilla del Ganges, a descubrir todo aquello de lo que tanto me habían hablado
Al poco de empezar, llegamos al primer Ghat o crematorio, lo estaban preparando
Desde que empezamos a caminar nos empezaron a pedir dinero constantemente, en todo momento. Agobiante
Nos colocamos en una sombra que encontramos, en la distancia y enseguida se puso junto a nosotras un señor mayor que empezó a explicarnos el funcionamiento y decirnos, que lo que habíamos leído en los libros sobre los crematorios, no era cierto
No nos apetecía seguir escuchándole porque aunque nos decía no querer dinero, sabíamos como iba a acabar. Así que nos alejamos a un banco que había cerca después de haberle dejado un rato que nos diera la lata
Al cabo de rato se volvió a acercar, se sentó al lado y nos explicó lo cara que era la madera para quemar y a nombrar la palabra regalo
Insistía e insistía en que un regalo nosotras, y yo que no, y él dale. Hasta que mi NO fue tan rotundo que él acabó con un fucking you
Me cabreó tanto, que hasta le contesté, aún sabiendo no estaba en mi país y estaba en inferioridad de condiciones. Empezaba la cosa mal
Seguimos caminando tranquilamente y vi búfalos en el agua bañándose, bajé a hacerles una foto, y de pronto me viene corriendo un señor super mayor con un palo flipante de largo para pegarme
No entendía nada. Mi hermana y yo salimos corriendo claro
Y poco después, unos pasos adelante se me acerca un grupo de hindúes para hacerse una foto con nosotras
Llevábamos nada caminando y no nos estaba gustando lo que veíamos y cómo nos sentíamos
Acoso total, constantemente y gente que traspasaba límites cuando nosotras estábamos respetando a los demás
Así que después de un largo recorrido decidimos que ya teníamos suficiente y que por ahora, Varanasi, esa ciudad tan espiritual, no estaba siendo lo que esperábamos
Pero aún quedaba la peor parte, salir de allí
Cientos de paraditas y de personas caminando por todos sitios y asaltándote a cada metro que dabas hasta que por fin llegamos a lo que parecía el final y la única manera de salir de allí, era en rickshaw
Se lió una pelea del copón entre los muchos conductores que por allí había, todos nos querían llevar
Es una época de pocos turistas, así que los pocos que hay son su comida y pagamos nosotras el pato
Por fin logramos irnos y llegar al Ashis Café, que era donde habíamos quedado con Francina, una chica de Girona que vive en Varanasi y que iba a ser nuestra guía
Después de hablar con ella un rato de la vida en la India, acordamos que al día siguiente a las 17h nos daría un paseo y explicaría del porqué de la vida en el Ganges
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