Fin de semana inolvidable en el Andorra Shopping Festival
9:00
No puedo describirlo de otra manera, porque no es que me lo haya pasado bien no, sino mejor que bien.
Y es que un fin de semana que incluya plan de chicas como Andorra, compras, buenísima comida y masaje no puede salir mal de ninguna de las maneras.
El viernes al mediodía llegaba a Andorra después de 4 horas de viaje, y es que aunque tenga a este pequeño país de los Pirineos muy cerquita de Girona, siempre escojo el camino más largo.
O como dirían en Vía Michelin, el camino más pintoresco.
Turismo de Andorra nos había invitado a mi y a mis compañeras de Fashion Travel Bloggers a vivir el Andorra Shopping Festival, lo que no tardamos en hacer, ya que el viernes por la tarde ya estábamos en plena faena.
Nos alojamos en el hotel Husa Mola Park, al ladito de la Avenida Meritxell, lo que ha sido una maravilla porque podíamos hacer idas y venidas al hotel para dejar las compras.
El sábado por la mañana a las 10h, ya estaban las calles llenas de gente y animación, música en directo, arte en la calle, actores vestidos de época... y muchos descuentos en las tiendas!
Pero tendrían que esperar, porque íbamos bien desmaquilladas a nuestra clase de auto maquillaje de la mano de Lancome y Gala perfumería.
Yo soy francamente patosa, ya que no solo me pinto poquísimo, sino que nunca nadie que me ha maquillado ha dado con los colores correctos con los que no pareciera salida del circo.
Así que no iba a pintarme nada, hasta que la chica dijo "píntate y si no te gusta, te lo quitas con desmaquillante", así que pensé, tiene razón, aquí tengo de todo si no me gusta.
Y ni corta ni perezosa, ya que tenía que pintarme y tenía delante un poster de Penélope Cruz (el que se ve en la foto) y dije "quiero los ojos de Penélope". Por supuesto, algo "sencillo" de conseguir ;)
Así que aunque la raya me salió bastante mal, la maquilladora supo arreglarlo y dejarme como un pincel. No solo eso, sino que además acabó con las sombras y oh! milagro, ¡la primera vez que me veía bien maquillada!
No iba yo poco feliz de la vida iba con mis ojos penelopianos.
Al mediodía fuimos a comer a L'enoteca, la de veces que he ido veces a Andorra y jamás había comido tan bien.
De primero tartar de salmón y de segundo magret de pato, todo riquísimo y un servicio excelente.
Todavía tienen que estarse acordando de nosotras, porque no habíamos empezado a comer y ya estábamos planificando "futuros" programas de televisión y hablando del último vídeo de Jennifer López con David Gandy.
Cómo nos llegamos a reír.
Una vez acabamos no había tiempo para siestas, así que de ahí fuimos al stand que tenía la asesora de imagen personal Andrea Vilallonga, para que nos dijera cuáles eran los colores que más nos favorecían, nos peinara y nos hiciera un cambio de imagen.
Muy interesante saber por fin, que yo tenía la piel luminosa y que los colores que más me favorecen son los que llevan mucha pigmentación.
Además me estuvieron dando indicaciones del tipo de ropa más adecuada según mi figura.
El resto de la tarde la pasamos comprando, como no, y haciéndonos selfies con ¡el palo! lo que hizo en alguna ocasión que se hiciera corrillo y la gente se nos quedara mirando esa "cosa" alargada que llevábamos en la mano.
Agotada, me fui un poco antes al hotel a descansar, y a prepararme para la cena porque quedaba nada ¡el día se había pasado volando!
Para la cena fuimos a Rustic Chic, empecé con ensalada de langostinos y vieras y continué con foie a la plancha, sin palabras.
¡Pero qué bueno todo!
Aunque queríamos salir y íbamos todas de punta en blanco, se había hecho tarde y el mejor plan no era otro que irse a la cama a descansar.
La última mañana prometía, teníamos cita en Inúu, el centro wellness de Caldea.
A mi se me había olvidado el bañador, por suerte me dejaron uno y no tuve que perderme la increíble zona de aguas que tienen, ajena de niños y grupos.
Camas de agua, sauna de iodo, bicicleta de spinning y cinta de caminar dentro del agua, camas de burbujas de agua... ¡fue increíble!
Tuve que salir corriendo porque a las 11,45h tenía mi masaje, y no estaba nada mal el cambio.
El muchacho tuvo faena conmigo, porque mi espalda suele estar bastante contracturada todo y que tengo que decir, la siento mucho mejor ahora.
Eso sí, descansé un ratillo en las tumbonas de madera con calor que tienen y que se hacían difíciles de abandonar.
Comimos dentro del mismo centro Inúu, que sigue la misma filosofía del centro y donde ofrecen menús de belleza, aqua, sensorial y cuerpo/mente. Yo elegí tallarines de primero y de segundo calamares a la plancha, muy bueno todo.
Se nos hacía tarde, parte del grupo tenía que volver en bus a Barcelona y yo tenía un largo camino a Girona.
Desde aquí dar las gracias a todos los que hacen posible el Andorra Shopping Festival, por la gran acogida, la buena organización y lo bien que nos han tratado.
Firmaría por muchos fines de semana así de amigas, compras y relax #quierovolver.
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