Luna de miel en San Francisco
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Me llamo Marta, mi gran pasión es viajar y especialmente me siento atraída por Estados Unidos.
Por ese motivo cuando me casé hace 3 años no me fue difícil elegir donde sería mi luna de miel. No se sí será porque crecí viendo series como “Sensación de vivir” que tanto me gustaron, soy muy fan de las series americanas o simplemente porque sí...
Adoro este gran país, su cultura y forma de vida me apasionan.
Así que un año antes de casarme tenía decidido y reservado el viaje de boda. Ya había estado en Nueva York y para esta ocasión quería que fuera un destino más lejano.
Soy muy urbanita, así que quería descubrir grandes ciudades aunque sin renunciar a la naturaleza, por lo que nos fuimos rumbo a la costa oeste: San Francisco, Las Vegas, El cañón del colorado y Los Ángeles...
Y fue una gran elección pues vivimos nuestra particular aventura americana!
San Francisco fue nuestra primera parada de este gran viaje. Después de una escala en París y de unas 13 horas en avión, llegamos a esta gran ciudad en la que estaríamos 4 días.
Mi primera impresión fue alucinante, ya sabía que me iba a gustar! Aunque no sé si sería por el jet lag o el cansancio, nos sentimos algo desubicados.
Había leído mucho así que me conocía la ciudad al dedillo, pero estaba acostumbrada a la cuadricula de las calles de Nueva York, así que al principio nos costó orientaremos.
Aunque me sorprendió mucho puesto que se da un aire más a una ciudad europea que americana. Únicamente tiene un rascacielos y aunque en la zona financiera si hay algunos edificios altos, tiene en general un aire diferente.
Lo que me gustó muchísimo de la ciudad fueron sus empinadas cuestas..
Costaba mucho subirlas andando, pero no sé, le da un toque especial! Y la sensación de bajarlas subida en el típico tranvía, de pie, es inigualable.. Cuantas veces lo hemos visto en las películas!
Lo primero que buscaron mis ojos nada más aterrizar era ver el grandioso y famoso Golden Gate! Y lo de la niebla es verdad...
Todos los días nos hizo sol, pero no le llegamos a ver entero! Siempre había una misteriosa niebla alrededor... Así qué me quedo esa espinita clavada, por la que sé que tengo que volver.
No lo cruzamos andando, pero si en coche y es una sensación brutal... Es un puente espectacular y bien merece una visita.
Nos alojamos en un hotel chulísimo con unas vistas geniales!
Estábamos en una planta alta y todos los días me quedaba un rato mirando y soñando como sería vivir allí...
San Francisco para mi es una ciudad muy completa, no solo es preciosa y tiene mucho que ver, sino que además está muy cerca de otras grandes ciudades que me encantan, pero con la ventaja de que es una ciudad más tranquila y no tan caótica como otras urbes americanas.
Antes de un viaje siempre me gusta ver algún reportaje o programa de televisión sobre mi destino, pues me da ideas y creo que viene muy bien de complemento a cualquier guía.
Había visto uno en la que aparecía una playa con unas vistas impresionantes del Golden Gate y supe que iría.
El último día de nuestra estancia en la ciudad y como despedida tenía previsto ir... Esta ciudad es bastante grande y aunque más o menos todo está accesible mediante el trasporte público, Baker Beach, que es como se llama esta famosa playa, está bastante lejos y sin un coche es complicado..
Aún así nada me detiene, y mi marido y yo tuvimos que preguntar unas 4 veces (aprovecho para mencionar que la gente de allí es muy amable y siempre se ofrecen a ayudarte), coger 3 autobuses y por fin llegamos.
En el último bus íbamos solos y al llegar allí no había prácticamente nadie, por lo que se convirtió en uno de los momentos más especiales y mágicos de nuestra luna de miel.
Estar allí sentados contemplando el Golden Gate con su famosa niebla.. Tan inmenso y espectacular y sentir las bravas aguas del pacífico entres mis manos fue un momento irrepetible.
Es por estas cosas por las que merece la pena viajar y recorrer el mundo! Fue toda una odisea pero ese recuerdo siempre se quedara grabado en mi memoria e hizo a nuestra luna de miel perfecta.
Esta ciudad bien vale la pena una visita al menos una vez en la vida.
Los paseos que di junto a mi marido por sus calles y las tardes sentados frente a la bahía fueron perfectos... Es una ciudad con algo especial y que hay que ir allí para sentirlo.
Tal y como dice la canción: yo deje allí mi corazón...
Ahora que soy mama de una preciosa niña de un añito, quiero algún día llevarla y darla la oportunidad de enamorarse como nosotros de san Francisco y que pueda recorrer las calles que un día lo hicieron sus papas.
Marta tiene 33 años, vive en Burgos y trabaja en temas de administración, y aunque le gusta, su gran pasión es viajar y le hubiera gustado dedicarse a ello.
Ella ha querido compartir con vosotros este viaje tan especial, muchas gracias Marta.
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