Quien no ha soñado con ir a la Laponia?

Allí donde en la zona más extrema, la tierra marca una línea imaginaria llamada cículo polar ártico, donde los veranos no tienen noche, y los inviernos nos regalan colores en el cielo, donde el blanco inunda parte del año su paisaje para que sus gentes se desplacen tirados de huskys, y donde realmente toma sentido la señal de advertencia, cuidado! por aquí pasan renos en libertad.

Quien no ha soñado con ir a la Laponia? Yo, muchas.

Fue en el febrero del 2009, el viaje a la Laponia finesa es uno de los increíbles que he hecho. 11 amigos, de los cuales 2 son fineses, 1 noruego, y 8 somos polacos como así nos llamábamos.

La "expedición" partió en diferentes fases. Yo, T. y A., partimos varios días antes dirección a Turku, una ciudad en el sud-oeste de Finlandia, sueco hablante, donde residían nuestros primeros anfitriones y compañeros de aventura. Allí pudimos conocer esta ciudad de la que ya os hablaré más adelante, compartir vida universitaria y sitz parties donde corrían los snaps de vodka.

Trayecto de Turku a Forsby por carretera infinita, y acompañadas por la música del grupo de coro de nuestro anfitrión, F., que nos mostraba orgulloso mientras entonaba a la par, muy a nuestro pesar. Para quien no lo sepa, en Finlandia es todo un honor formar parte de un coro.

La casa de ensueño de F., es de esas que todos querríamos tener algún día, amarillo suave, de madera, enorme, donde dormimos sin problema 15 personas, con sauna, unas vistas increíbles a campos nevados... y una família encantadora que nos trató de maravilla.

Allí, dos días más tarde y una vez reunidos todos, movimos a familiares y amigos para que en sus respectivos vehículos nos llevaran a nosotros y maletas, a la estación de trenes de Helsinki.

Ese domingo noche, partíamos en un largo viaje de 13 horas dirección a Kolari, la última estación más al norte de esta vía ferroviaria finesa.

Continuará