Diario de viaje a la Laponia finesa parte IV
9:00Esquiar a 719 metros sobre el nivel del mar, no es la panacea, pero hacerlo con estas vistas compensaba de sobras la falta de desnivel
El otro hecho excepcional de esquiar en la Laponia, concretamente en Ylläs, es hacerlo a -25 grados y con fuertes ventiscas, algo que no es muy agradable. Imaginaos los momentos de tele arrastre...
Por suerte, ibamos bien equipados. La ropa termica no la trajimos de España, la compramos en Turku los primeros días. No solo nos salió bastante más barata, sino que el tejido era más resistente para temperaturas extremas
Pero sin duda, con lo que más disfruté fue con el hecho de poder esquiar de noche, hacía mucho tiempo que tenía ganas de probarlo. Solo con la ayuda de focos e intuyendo la orografía de la pista
Como ya adelanté en el último post, T., tuvo una de sus salidas. Ella era algo novata en estos menesteres, pero bueno, las pistas no tenían un desnivel como para no bajarlas... ella dice que se cayó y que se hizo daño. Nosotros lo traducimos con que prefirió que un guapo finés la viniera a buscar y la rescatara en moto de nieve
Verídico
Aunque alargábamos el día todo lo que podíamos, la realidad, es que estábamos deseando volver a nuestra casita de troncos
Cada noche había fiesta asegurada, juegos de mesa, karaoke, sauna, baile... habéis intentado contar chistes en inglés?
Lo mejor era cuando llegaba la hora de dormir
La casita tenía dos plantas, y la superior que era diáfana, la llenamos de colchones donde dormíamos todos amontonados
Fueron unas convivencias en toda regla
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